martes, 25 de octubre de 2016

Cuando ya no se tienen 15

Cuando ya no se tienen 15, ni 25, ni 35 años de edad y para completar se vive en Latinoamérica siendo mujer, se inicia una cruzada contra el estigma de la edad que termina por convertirse en una guerra psicológica sin cuartel.

Resulta que vivimos en la llamada era del Neuroliderazgo, hablamos con propiedad de la llegada de los Milennials a los puestos gerenciales (cuya primera oleada, he de recordar tiene hoy 35 años) e investigamos sobre los Z  (que vienen pisándoles los talones), pero aún en las ofertas de empleo encontramos requerimientos como : "Mujer de entre 25 y 35 años de edad, con título universitario, maestría, post grado y experiencia comprobada de no menos de 5 años"... y yo me pregunto; ¿Es en serio?

¿Y qué pasó?, por qué en pleno siglo XXI cuando la esperanza de vida de un ser humano -latino- es de por lo menos 75 años, la adolescencia dura hasta los 21 y nadie que no sea Sheldon Cooper de Big Bang Theory se gradúa de pregrado antes de los 23 años (siendo aplicado y no reprobando nada) y, además, se necesitan al menos dos años para cursar estudios especializados, se reduce la vida útil laboral de una persona a sólo 10 años.  ¿De verdad una mujer de 38, 40 o más es una vieja obsoleta? Discúlpalos Jennifer Lynn López (J Lo) que no saben lo que dicen.

Mantener hoy este tipo de pensamiento, propio de la época de las cavernas, no tiene asidero alguno. Las horribles mujeres de 35 y más, tuvieron PC en la universidad, entraron a la era tecnológica de adolescentes y se desarrollaron como profesionales usando y probando todas, absolutamente todas las tecnologías de la información.

Debo recordarles a los más aferrados a este paradigma que Steve Jobs nació en 1955 y murió en 2011, a los 56 años de edad,  y nadie en su sano juicio lo calificaba como viejo. Peor aún, las mujeres de 36, 40 y 45 años de edad nacieron cuando este "joven" ya estaba tratando de adueñarse de Silicon Valey.

Si tienes más de 35 años tu experiencia está sobre valorada,  y en muchos casos también la feminidad.  Y la verdad esto da pena, pues las habilidades blandas, esas que tanto se necesitan para liderar, normalmente no vienen de paquete y se adquieren a lo largo de la vida, aprendiendo por ensayo y error y por supuesto, uno que otro buen entrenamiento.

Yo no voy a decir que la edad no importa, obviamente es un indicador, sin embargo he de aclarar que ya no estamos en los años 40' o 50' cuando a los 55 años de edad las mujeres se vestían con ropa por debajo de las rodillas y esperaban tejiendo o bordando a que llegaran los nietos o la muerte. Y perdonen la crudeza, pero es que sentadita en mi Canapé me ha tocado escuchar más de una historia que hace justo y necesario hablar con franqueza.

Hoy en día las mujeres  profesionales -si deciden dar a luz- lo hacen entre los 33 y 40 años- lean las estadísticas, cuando sienten que están preparadas psico-emocionalmente para el reto.

El cerebro no envejece con los años, de hecho es el único órgano que no envejece con la edad. La neurociencia ha demostrado que el cerebro se torna lento y pierde facultades por la falta de uso, por la ausencia de retos y sobre todo por los efectos de la mente, y por eso creo necesario aclarar que el cerebro (que es materia, es decir física + química o mejor dicho neuronas + conexiones) tiene un paradigma unidireccional con la mente (que es pensamiento + emociones) por tanto, un daño cerebral afecta la mente y un daño en la mente afecta al cerebro.

Y hago referencia a esto porque si bien es cierto que existe una edad fisiológica, la edad mental es sin dudas la más importante y eso de evaluar las actitudes y aptitudes de una mujer por un indicador cronológico es sin dudas otras de las revisiones profundas que debe realizar la sociedad, que avanza a pasos agigantados en materia tecnológica, pero que se resiste a revisar y cambiar sus paradigmas sociales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario